Les informamos, con mucha tristeza, que el Prof. Juan Murube del Castilllo, fundador y primer presidente de la Sociedad Canaria de Oftalmología, ha fallecido el pasado 9 de enero de 2024.

Nacido en Gijón en 1.934, a lo largo de su vida, el Prof. Murube demostró ser un clínico y cirujano innovador y respetado, así como un filólogo y cronista de la historia de la Oftalmología en España.

Canarias tuvo el gran honor de formar parte de su historia, pues en Gran Canaria ejerció y destacó como teniente médico siendo responsable de la atención oftalmológica en el Hospital Militar de Las Palmas y el Sáhara español. Su larga y fructífera trayectoria académica comenzó con la obtención en 1971 del premio extraordinario del doctorado en la Universidad de La Laguna, por su tesis doctoral sobre la embriología del nervio óptico. Además, se inició como profesor de Oftalmología en la Universidad de La Laguna en 1971 hasta 1977.

A lo largo de su vida, ocupó diversos cargos en sociedades oftalmológicas, siendo fundador y primer presidente de la Sociedad Canaria de Oftalmología en 1.972. Además, desempeñó roles destacados en organizaciones nacionales e internacionales y recibió numerosas distinciones y premios, consolidando su posición como una figura influyente en la Oftalmología a nivel mundial.

Desde la Sociedad Canaria de Oftalmología, queremos rendir homenaje al excepcional figura del Prof. Juan Murube del Castillo, invitándoles a compartir, desde esta misma página, los recuerdos o anécdotas que hayan vivido con él, además de expresar libremente sus muestras de cariño.

13 comentarios

  1. Tuve el placer de conocerle porque era amigo de mi padre. Siempre me pareció una persona cariñosa, detallista e interesante, que te sorprendía con comentarios sobre multitud de temas, para nada lo meramente oftalmológico. Recuerdo que hace un montón de años, en un vuelo largo a la vuelta de un congreso, me ofreció, cuando no se hablaba mucho de ellas, unas pastillas de melatonina. Yo me las tomé junto con los dos trankimazines que ya tenía preparados, me pegué todo el vuelo durmiendo.

  2. Querido Juan. Con profunda tristeza recibimos la triste noticia de tu definitivo adiós.
    Tu marcha deja un vacío imposible de llenar.
    Tu calidez humana, generosidad y amabilidad están grabadas en nuestros corazones y mantendrán vivo, siempre, tu recuerdo.
    Descansa en Paz

  3. Un honor para la sociedad canaria de Oftalmologia haber contribuido al avance de nuestra especialidad en Canarias. Al cual le remitimos nuestro reconocimiento y agradecimiento.

  4. Hubo un momento que condicionó el trayecto del resto de mi vida. Ese momento ocurrió cuando, en el quinto curso de la carrera, asistí a las primeras clases que impartía el profesor Juan Murube del Castillo. Había acudido desde Gran Canaria a la llamada de otro de mis maestros, el Profesor Javier Parache, para incorporarse al claustro inicial de la Facultad de Medicina de La Laguna, abandonando generosamente una posición profesional envidiable.
    Reconocer a un gran maestro decidió mi vocación, no solo de la especialidad sino mi dedicación posterior a la universidad y a la investigación.
    Con una generosidad sin límites me impulsó en la profesión, me instruyó en la práctica cínica y docente y me impulsó a acompañarle en su trayectoria, desde La Laguna al Sahara y al Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Me permitió convivir estrechamente con su familia, tanto con Luchy, una mujer extraordinaria, como con sus hijos y, gracias a él, pude relacionarme con los grandes de la Oftalmología de la época. Conservo como trofeo una fotografía con el Prof. Murube, el Dr. Castroviejo, el Dr. Gustavo Leoz y otra de las personas que condicionó mi carrera profesional, el Profesor Julián García Sánchez.
    En el momento de su fallecimiento quiero dejar constancia de mi enorme agradecimiento a quien debo no solo la orientación inicial, sino toda la carta de navegación que ha condicionado mi vida profesional y universitaria. Muchas gracias Juan y, además, muchas gracias Luchy.

  5. Un abrazo muy sincero para toda su familia y el eterno agradecimiento al Profesor por ser tan cercano con todos y siempre dispuesto a enseñarnos todo su arsenal científico. Descansa en paz

  6. Mi más sentido pésame a toda su familia. Mi eterno agradecimiento por tu cercanía , disponibilidad y enseñarnos a amar y disfrutar de la Oftalmología,

  7. Desde aquí deseo expresar con estas palabras mi estado de ánimo hacia un amigo que nos ha dejado.. Juan no solo era amigo sino espejo en el que muchos nos mirábamos. Aún recuerdo sus amables palabras sobre mi tesis doctoral, en la cual actuó como miembro del tribunal, y otras muchas muy ingeniosas que siempre dejaba caer en reuniones y congresos. Juan fue el oftalmólogo de mi madre, que siempre lo recordó con mucho cariño por su buen trato tanto profesional como humano. Era una persona muy especial, y en una ocasión oí decir a un compañero una frase que no olvidaré, decía simplemente: «Juan es diferente, Juan no tiene enemigos». Hoy querido Juan te envío un fuerte abrazo esperando lo recibas en el cielo que tu te mereces.

  8. Quisiera recordar a nuestro querido fundador y primer presidente de la Sociedad Canaria de Oftalmología desde dos puntos de vista diferentes:
    En primer lugar como el profesor Juan Murube del Castillo gran oftalmólogo, investigador, comunicador y docente que nos hizo amar la oftalmología.
    En segundo lugar como Juan Murube mi oftalmólogo en Las Palmas cuando yo tenía tan solo cuatro años qué me graduó mis primeras gafas, gran amigo tanto él como su familia de mi familia por lo que tengo muy gratos recuerdos de cuando salíamos de excursión y hacíamos acampadas.
    Todos le echaremos de menos, un fuerte abrazo para su familia

  9. Prof. Juan Murube del Castillo, querido Juan, me cuesta escribir solo unas líneas como resumen de una relación de amistad y admiración profesional que se inició cuando asistía a tus clases como alumno de quinto curso de la Facultad de Medicina de la ULL. Yo que iba para ginecólogo, y por tu culpa, soy oftalmólogo: ¿benditas clases y consejos!
    De las muchas anécdotas que puedo contar, recuerdo una especialmente. En marzo del 2002 compartíamos el Tribual Nacional convocado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, para regularizar la situación de los MESTOS (médicos especialistas sin título oficial) de Oftalmología. Las reuniones se celebraban en las dependencias del Paseo del Prado. Al finalizar una de ellas, me llevaste en tu coche al aeropuerto de Barajas. Íbamos un poco justos de tiempo. La conversación, “multidisciplinar” como siempre, finalmente era sobre la vanidad, y de lo útil que es la vanidad “buena”, la que hace que las personas hagamos un esfuerzo por lograr un objetivo que solo tiene el beneficio del reconocimiento social y profesional del grupo de referencia: ¡nunca económico! Juan hablando y yo absorto escuchándole, pasamos de largo por la salida de la autovía para la terminal 2, donde embarcaba. Cuando se lo dije, casi sin inmutarse, apretó el acelerador y, casi a las puertas de Alcalá de Henares, retrocedió y me dejó en la terminal. Logré embarcar por un “milagroso” retraso de “Spanair”.
    Querido Juan, buen viaje. DEP

  10. Gran pérdida para la oftalmología española en general y canaria en particular. Un persona irrepetible que deja una gran huella entre todos los que tuvimos la suerte de compartir parte de nuestras vidas con él y recibir sus enseñanzas, no solo oftalmológicas, sino también humanísticas. Descansa en paz Jefe!!.

  11. Hoy la Oftalmología canaria está de luto. Es más: ha quedado huérfana.
    Fundador y Primer Presidente de la Sociedad Canaria de Oftalmología, nos deja un legado inmenso: 50 años de historia de la Oftalmología canaria, una casa común para el encuentro de sus socios, y la referencia en la formación continuada en Oftalmología de Canarias. Todos somos sus discípulos.
    Gracias, querido Profesor por tus enseñanzas, por trazarnos el camino y por tu calidez humana.
    Descansa en Paz

  12. Tuve la suerte y el honor de conocer y trabajar con mi maestro D. Juan Murube. Había estado varios años en Gran Canaria. Siempre hablo muy bien de esa etapa y de los oftalmólogos de esa isla.
    A su llegada a Tenerife, le sorprendía la diferencia de las sociedades de esas dos islas tan cercanas, y al mismo tiempo tan diferentes, En su época de Tenerife, fue Director e impulsor del Servicio de Oftalmología del Hospital General y Clínico.
    Sus primeros tres residentes fueron Rodrigo Martin, Manuel González de la Rosa y Miguel Serrano. Poco después Rodrigo marcho con el Dr, Ojeda a la Residencia de la Candelaria, Por tanto dos quedamos dos.
    En el Hospital tinerfeño, existía medicina privada en el mismo Hospital. Por la mañana publico, por la tarde, privado. Nos pasábamos todo el día en el hospital. Atendíamos todas las urgencias, y una vez estudiadas, la comentaba que hacer. Aprendimos mucho.
    Siempre fue un profesor estimulador de nuestro desarrollo, Propicio la Sociedad Canaria de Oftalmología y los congresos familiares de la misma. Solo tengo palabras de agradecimiento y reconocimiento. Descanse en paz.
    Miguel Serrano

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